La praxis es definida como actividad, aunque no todas las actividades son consideradas como praxis.
Por actividad, vista de una manera general comprendemos como el acto conjunto de actos en virtud del cual un sujeto activo (agente) transforma una materia prima dada. Esta actividad no especifica el tipo de agente, ni la naturaleza de la materia sobre la que actúa, ni determina la especie de actos que conducen a dicha transformación.
El agente es el que obra, se encarga de actuar y no queda únicamente en la disponibilidad o posibilidad de hacerlo.
Ya teniendo determinados los actos del agente y la materia sobre la cual se ejerce la actividad se le agrega el resultado o producto, se forman de esta manera un conjunto de actos sobre una materia traduciendola como el resultado ya transformado por el sujeto o agente.
Tenemos también a la actividad como adecuación en el resultado; este consiste en que dicha actividad obtiene dos resultados: como un ideal y como un producto real, puesto que el resultado real que queremos tener primero existirá idealmente como producto de la conciencia y posterior a esto obtendremos el resultado real, que ya fue adecuado a nuestra conciencia y a los fines que pretendemos alcanzar.
